15 noviembre 2016

Guillermo del Toro se vuelve Hobbit

ADVERTENCIA AL LECTOR: Este artículo se publicó en Milenio Diario cuando Guillermo del Toro fue nombrado director de El Hobbit. Poco después renunció a la dirección, que fue tomada entonces por Peter Jackson. El crédito de Del Toro permanece en la saga como co-guionista.

Francisco Peña.

Mientras Batman – El caballero de la noche batea de jonrón en todo el mundo, Guillermo del Toro abandona su uniforme de Hellboy y se transforma en hobbit: su turno al bat será dentro de dos años en diciembre y, de seguro, también se volará la barda con su versión de la obra de John Ronald Reuel Tolkien.

¡Pero hay muchos internautas que creen que Guillermo del Toro se sacó la rifa del dragón! Desde que se confirmó que es director de El Hobbit (EH), los fans atiborran Internet de opiniones sobre su participación. La mayoría está a favor y sólo un núcleo fundamentalista (como el 20 por ciento de las opiniones) está en contra: ¿cómo es posible que un director mexicano, latino y no anglosajón, se encargue de El Hobbit? Detrás hay algo de xenofobia mezclada con desconocimiento de quién es Del Toro.


Nacido en Guadalajara el 9 de octubre de 1964, ha trabajado como director y productor en México, España y Estados Unidos. Desde La Invención de Cronos (1993) mostró una afinidad fuera de serie con los temas fantásticos y ambientes oscuros; afinidad más allá de un fan conocedor que se transformó en creatividad, imaginación, ingenio y visualización confirmadas en Blade II, El laberinto del fauno (como director) y El orfanato (como productor) entre otras.

Los filmópatas fundamentalistas no le perdonan que haya declarado que leyó El Hobbit y le encantó pero no pudo terminar (¡a los 11 años!) El Señor de los Anillos. ¿Cuántos de ellos leyeron –y “entendieron” ESDLA- a esa edad? Desdeñan que en la misma declaración haya dicho que hoy su obra preferida de J. R. R. Tolkien es El Silmarillion, el hueso más duro de roer, digo, libro más difícil de leer del autor inglés.

Estas objeciones son sólo trivia trivial. Del Toro tiene la mesa puesta para hacer dos cintas magníficas de EH. Estas son algunas de mis razones:

Peter Jackson, Fran Walsh y Del Toro escriben los guiones. Además, con Jackson como productor ejecutivo se asegura que el terminado “visual” de EH sea “idéntico” al de ESDLA (vestuario, maquillaje, caracterizaciones de elfos y enanos, efectos hechos otra vez por WETA, etc.) reforzando el parentesco fílmico entre ambos ciclos. Se rumora que repiten Ian McKellen (Gandalf), Andrew Sarkis (Gollum) y Hugo Weaving (Elrond); para Bilbo “joven” jalarán a un actor nuevo. Como se ve historia, personajes y atmósfera tendrán mucha continuidad narrativa y visual.

A Del Toro "se le da" lo oscuro y en EH demostrará su creatividad y capacidad de visualización de “realidades alternas". Para empezar está el reino de los elfos, ubicado en cuevas siguiendo la tradición de la ciudad de Menegroth de Elu Thingol o la Nargothrond de Finrod Felagund en El Silmarillion. No hay luz solar pero el ambiente debe ser “luminoso" y mágico porque es un reino elfo... algo como Lothlórien en ESDLA.

La ciudad de Menegroth de Elu Thingol, en Doriath.
Alan Lee

Caída de Nargothrond - el dragón Glaurung y Turin Turámbar

Luego viene el bosque de Mirkwood lleno de arañas por todos lados, claro, sin ser del tamaño de Ella-Araña en ESDLA. Pero aquí Del Toro se puede dar vuelo, y creo que puede ser uno de sus momentos más brillantes.

Pero Guillermo del Toro sí tiene en sus manos algo con lo que jamás contó Peter Jackson: ¡el Dragón Smaug!

Smaug, por Alan Lee

Es el plato fuerte para el director mexicano donde puede plasmar su sello personal. Smaug es un personaje muy espeso y malicioso (mucho más de lo que es Gollum en ESDLA) y con una potencia especial: pertenece a la raza de dragones tipo Glaurung y Ancalagon generada por Melkor – Morgoth Bauglir, el primer señor oscuro, del cual Sauron fue sólo un lugarteniente. Los dragones surgen de la fortaleza de Angband para enfrentarse a las fuerzas del bien y son una sorpresa inesperada muy desagradable, como se narra en El Silmarillion). Quienes a partir de las cintas de El Señor de los Anillos leyeron después otras obras de Tolkien ya saben de la perfidia del dragón Glaurung contra la familia de Hurin, saben cómo causó la tragedia de Turin Turambar y cómo finalmente muere con el filo cortante de la espada Anglaechel, hecha con el hierro de un meteorito.

Ancalagon el Negro

Smaug es de ese linaje reptiliano, así que ya olvídense un poco de los Espectros del Anillo con el dragón Smaug: Del Toro, estoy seguro, lo hará impresionante y le sacará todo el jugo visual y narrativo posible, más allá de cualquiera de los dragones que hemos visto recientemente en pantalla.

Y de que el cineasta puede lograrlo, puede. Basta recordar que los personajes monstruosos de sus cintas están visualizados con genialidad. Del Toro logra un equilibrio entre fealdad, terror y un toque humano siempre presente que los hace inigualables. El cineasta mexicano cree en la belleza del mundo mágico y como ejemplos están El laberinto del fauno y Hellboy. Desde la preproducción de estas películas, Del Toro invirtió una buena parte de tiempo trabajando en conjunto con diseñadores y dibujantes para crear los bocetos guía de los personajes, basándose en cómics cuando es necesario. Paso a paso, sus monstruos cobran cuerpo, densidad y carácter a partir de unas primeras líneas hechas a carbón, lápiz o tinta. Luego pasa estos primeros diseños a encargados de vestuario y maquillaje.

El resultado son monstruos que no niegan sus raíces culturales (Giger, por ejemplo; la corriente del cómic heavy metal) pero que son resultado indudable de la imaginación personal de Del Toro y nadie más. Su sello visual en este tipo de personajes es inconfundible y será éste el que se plasme en pantalla con la figura del dragón Smaug.

También tiene la oportunidad de diseñar nuevas características para los trasgos (trolls) a los que se enfrenta Bilbo y los enanos al inicio de su viaje. Es probable que estos trasgos estén también emparentados con los monstruos que han surgido de la imaginación de Del Toro e, incluso, que el cineasta tenga más libertades en su diseño de imagen que con el propio Smaug. Así que parte de mi apuesta es que estos trasgos serán medios hermanos de los personajes de El laberinto del fauno y habitantes de un mismo bosque imaginario.

Los estrenos de las dos cintas de El Hobbit se anuncian para diciembre de 2011 y diciembre de 2012. El rumor es que no sólo va en pantalla la historia completa de EH sino que los guionistas añadirán materiales de los Apéndices de ESDLA, por lo que podríamos ver al Concilio Blanco con Galadriel y Sarumán de nuevo, así como la batalla para expulsar al Nigromante de Dol Guldur. Si es así, son más elementos que se suman para que brille la genialidad del mexicano.

Sin duda, El Hobbit es la gran oportunidad para que Guillermo del Toro confirme su calidad como director de culto (que lo es) y, además, para que adquiera por fin la fama internacional que se merece como creador. Esta es mi apuesta, estas son mis razones. ¿Alguien va en contra en esta apuesta cinematográfica