25 septiembre 2015

Mi nombre es Joe / My name is Joe, de Ken Loach

Francisco Peña.


La obra de este cineasta se destaca por sus preocupaciones sociales y políticas, que se dirigen a analizar y tomar partido por las clases pobres y trabajadoras del Reino Unido. Es así como sus cintas se ubican primordialmente en locaciones urbanas donde viven los más perjudicados en esta zona geográfica; sin embargo, su zona preferida para filmar es Escocia, especialmente Glasgow. Es precisamente en esta ciudad donde se ubica la acción de "My name is Joe".

De manera correlacionada a sus preocupaciones sociales, Loach ha adoptado e insistido en una forma de expresión cinematográfica semidocumental. Es decir, algunas de sus tramas son de ficción, pero están filmadas con gente del lugar, luego de una estancia para conocer ambientes, situaciones y problemas que enriquecen su historia. Asimismo, su forma de captar las cosas usa elementos también semidocumentales, con una cámara en movimiento y sin regodeo, imágenes sencillas pero directas, en un intento por transvasar la realidad social que lo rodea.



Ambas vertientes que maneja Loach, el compromiso político y el tipo de producción y realización cinematográfica, hunden sus raíces en la mejor tradición fílmica inglesa: el Movimiento Documentalista Inglés promovido por John Grierson y poetizado por Humphrey Jennings, y el Free Cinema lanzado por Lindsay Anderson y Tony Richardson.

Por lo tanto, no es de extrañar que Loach (y Mike Leigh también) presenten un panorama de la sociedad británica que devela la realidad de la vida cotidiana, los graves problemas sociales de desempleo, drogadicción, soledad y desintegración familiar anidados en el seno de Gran Bretaña. Tiene Loach tela de donde cortar y tradición en que basarse: "My name is Joe" es uno de los mejores films que ha logrado en su trayectoria cinematográfica.


La trama es relativamente sencilla pero conmovedora, sin recurrir a las trampas del melodrama barato. Joe (Peter Mullan, Mejor Actor en Cannes 98) es un alcohólico en recuperación gracias a AA, que desea rehacer su vida relacionándose con Sarah (Louise Goodall), que realiza labores sociales en el mismo vecindario en que vive Joe. Los problemas son evidentes: Joe es desempleado y se arregla para hacer trabajitos mientras maneja un equipo malisimo de futbol. Uno de sus jugadores, Liam (David McKay), es un ex-adicto involucrado con la mafia escocesa (allá también se cuecen habas) cuya esposa, Sabine (AnneMarie Kennedy) es drogadicta.


Las vidas de ambas parejas se entrelazan. Joe es una figura paterna para Liam, y Sarah maneja el caso de drogadicción de Sabine. Las altas y bajas de ambas parejas, determinadas en ocasiones por la situación social de pobreza y depresión económica, los lleva a enfrentarse a la mafia del gangster McGowan (nada que ver con Patrick McGowan, el actor de "El Prisionero").


Para salvar a Liam de la venganza de McGowan, Joe acepta transportar droga en antomóvil; pero el hecho provoca el deterioro de su relación con Sarah. El final es inesperado, pero coherente, frente a la falta de salidas y soluciones que enfrenta uno de los personajes mencionados. En todos estos acontecimientos, el telón de fondo social que muestra Loach es muy rico.

A diferencia de su anterior "La Canción de Carla", Loach no cae en el panfleto político ni en el desgarre de vestiduras por una Nicaragua que no entiende. Ahora muestra un excelente equilibrio entre su descripción del medio social y su preocupación política. Muestra en este caso como son las cosas sin establecer juicios. El hecho de que el espectador vea y sienta cercana la vida de Joe basta para que la audiencia reflexione sobre las causas que han conducido a Joe y a los otros personajes a vivir así.


Este es el gran secreto del cine social inglés, en referencia a los dos movimientos mencionados: es mejor mostrar una situación social y dejar el juicio al público, que insistir en forma machacante en la ideología y soluciones de los autores.

Es el caso de la descripción que hace Loach de la burocracia. Los servicios sociales son malos e insuficientes, y no puede solucionar los problemas para los cuales fue creada más que en un pequeño porcentaje. Pero la condena de esta burocracia no se hace "a priori", porque las causas de su decadencia están en otra parte. Muestra también a los burocratas sobrecargados de trabajo y agobiados por la incapacidad de ayudar a fondo a quienes requieren su servicio.


La causa final es la falta real de recursos otorgados por un gobierno lejano y apartado: burocratas y usuarios sufren por carencia de recursos económicos provocada por una crisis económica que ya se vive diario. Los personajes muestran los daños que la crisis causa en la vida de todos, incluida la del espectador, que se reconoce en varios momentos.


Por otro lado, Loach no rehuye en esta cinta hacer un retrato emocional de sus personajes principales. Joe y Sarah muestran con más verdad y decoro como pueden ser las relaciones humanas, con sus contradicciones, choques de carácter y valores éticos, y las diferentes posturas ante un mismo problema, lo que puede desembocar en separaciones o entendimientos.

Para lograr este objetivo. Loach no recurre a una narración melodrámatica sino que, como en el total de la historia, estructura la relación de pareja alrededor de un naturalismo claro y conciso. Joe y Sarah están presentados con un ojo observador clínico que no rehuye la simpatía y el calor por los personajes. Obviamente, esto no sería posible sin un cuadro de actores extraordinario que encarna a sus personajes con maestría.


"My name is Joe" es un retrato crudo y fiel de una forma de vida que muestra tenacidad y amor a la vida a pesar de todas las circunstancias adversas; proyecta personajes que buscan soluciones a su existencia inmersos en la adversidad social, basados en una ética humanista que se encarna en ellos sin pretensiones ideológicas posteriores. Es un fresco de la lucha cotidiana por vivir y ser uno mismo en cualquier circunstancia.


MI NOMBRE ES JOE. 1998. Gran Bretaña - Francia - Alemania. Producción: Parallax Pictures, Road Movies Vierte Produktionen, The Scottish Art Council. The Glasgow Film Fund, Filmstiftung Nordhein-Westfalen, Channer Four Films, La Sept Cinéma, ARD, WDR, Degeto Films, Alta Films, Rebecca O'Brien. Dirección: Kenneth Loach. Guión: Paul Laverty. Fotografía en Color: Barry Acroyd. Música: Georges Fenton. Edición: Jonathan Morris. Inérpretes: Peter Mullan (Joe), Louise Goodall (Sarah), David McKay (Liam), AnneMarie Kennedy (Sabine). Duración: 105 minutos. Distribución: IMCINE.