31 mayo 2015

Tango, de Carlos Saura

Francisco Peña.



La película del director español Carlos Saura, con producción argentina, tiene secuencias y momentos de verdadera poesía visual. A lo largo de su duración. una y otra vez el tango como baile y como manifestación concreta de la cultura argentina y uruguaya adquiere una dimensión universal de gran hermosura.



A partir de una anécdota relativamente sencilla que es la producción y puesta en escena de una película sobre este baile, se reúnen los personajes, y Saura -autor del guión y director de la cinta- va construyendo cuadros cada vez más complejos y plásticos llenos de riqueza visual, emoción y movimientos.

De esta base, el tango surge como signo concreto de una cultura particular y discurso universal sobre las relaciones humanas.

La historia argumental, en su sencillez, parece replicar la letra de un tango que se refiere a un triángulo amoroso. Todo parte de la puesta en escena de una película - espectáculo, en donde el director Mario Suárez (Miguel Angel Solá) vierte en parte sus problemas personales en la creación de los números de baile.


Su ruptura con la bailarina Laura Fuentes (la extraordinaria Cecilia Navora) crea en su imaginación la visualización de un número de tango entre ella y el amante. Conforme avanza la conformación de los números musicales se agregan a la escena figuras de la talla del bailarín Julio Bocca, que aportan su arte personal a toda la cinta.

Uno de los capitalistas del film -mitad mafioso y mitad respetable inversionista-, le pide a Suárez que pruebe a su actual amante a quien le encanta el baile. Así, en una prueba, Suárez conoce a la joven Elena Flores (la hermosa Mía Maestro).


Mia Maestro


De ese encuentro surge el amor de Suárez por la nueva bailarina y la creación de la película se altera para dar cabida a la muchacha; Elena no sólo pasa a ser figura principal de los números musicales como bailarina de tango sino que altera concretamente la historia del film y la modifica para convertirse en un canto de amor.

El mafioso Angelo Larroca (Juan Luis Gallardo) cela a Elena, que finalmente decide vivir junto a Suárez a pesar del peligro.


Pero lo interesante es que la presencia de Elena abre la creatividad del director Suárez y da nueva vida al espectáculo. Los cuadros musicales se crean a partir del encuentro, desde números solistas con Mía Maestro hasta el triángulo amoroso donde dos mujeres se disputan al bailarín pasando por un baile entre las dos mujeres de corte lésbico. Todos cargados de un gran erotismo visual y dancístico donde el tango brilla en forma electrizante.


Esta anécdota, narrada en forma verbal, no puede dar cuenta de la gran creatividad visual de la película ni de su riqueza y complejidad plástica. Basta señalar que es determinante la presencia en la película del director de fotografía italiano Vittorio Storaro, que aportó su inigualable calidad a las imágenes de la cinta.

Asimismo, hay que recordar que Storaro había fotografiado ya escenas muy famosas donde el tango juega un papel decisivo. La escena en "El último Tango en París", y el baile entre Anna Quadri y Giulia Clerici en "El Conformista", ambas del director Bernardo Bertolucci. De hecho, en "Tango", en la escena donde bailan juntas Laura y Elena, hay ecos claros del baile de Anna y Giulia.



Pero donde todos los elementos plásticos, visuales, de trabajo y movimiento de cámara se conjuntan en una puesta en escena impactante es en el número dedicado a los desaparecidos durante la guerra sucia en Argentina. Es el número más largo y más fuerte de toda la cinta, en donde los artistas argentinos expresan lo que fue la angustia, el terror y la injusticia de ese momento histórico de Argentina. Esta sola secuencia bastaría para hacer de "Tango" una película memorable.

Además, hay que señalar los homenajes que se hacen directamente a Carlos Gardel y al cine argentino, con el manejo de secuencias de películas que son usados en la puesta en escena ideada por el director Suárez, y por supuesto, por el mismo Carlos Saura.


La película termina con la primera escena ideada por Mario Suárez, que consiste en la llegada de los inmigrantes a Argentina, específicamente en este caso de la inmigración italiana que aportó tantos elementos de su propia cultura a la formación de la Argentina.

Y a lo largo de toda la cinta está la presencia silenciosa de la cámara montada en una grúa, que recuerda constantemente al espectador que se encuentra viendo una película, el medio de expresión artística capaz de reunir al baile, al tango, a la labor actoral y a sus propias formas en un único documento visual.


En síntesis, Saura ha creado una cinta hermosa, en momentos deslumbrante, que es un gran homenaje al Tango como expresión de la cultura y como vehículo de las emociones humanas. "Tango" es un canto a la plasticidad de dicho baile, un reconocimiento a quienes lo viven como algo propio y personal (sean músicos, bailarines, espectadores o que gozan de su música); es además, una cinta de la cual puede estar orgullosa la cinematografía de Argentina.

Tango. Argentina - España. PRODUCCION: Pandora cinema, Argentina Sono Films, Alma Ata International Pictures, Terraplén Producciones, Beco Films, Adela Pictures, Astrolabio Producciones, Hollywood Partners, Saura Films, Juan Carlos Codazzi, Luis A. Scalella, Carlos L. Mesantasti, Alejandro Bella. DIRECCION: Carlos Saura. GUION: Carlos Saura. AÑO: 1998. FOTOGRAFIA EN COLOR: Vittorio Storaro. MUSICA: Lalo Schifrin. EDICION: Julia Sainz. INTERPRETES: Miguel Angel Solá (Mario Suárez), Cecilia Navora (Laura Fuentes), Mía Maestro (Elena Flores), Juan Luis Gallardo (Angelo Larroca), Julio Bocca. DURACION: 115 minutos.