09 enero 2015

Abajo de la Piel / Under the Skin, de Carine Adler

Francisco Peña.

El film es un retrato de la joven Iris, de 19 años, y una crónica realista del ambiente social que la rodea.


En un medio de clase media y media baja, Iris (Samantha Morton) vive con su madre y mantiene relaciones normales con su hermana Rose (Claire Rushbrook). A partir de la muerte de la madre (Rita Tushingham), la personalidad y vida de Iris se deterioran y la cinta sigue paso a paso sus intentos por recuperar la estabilidad emocional y sexual.

La cruel ruptura de la relación con su madre hace que Iris acumule ira, coraje y desesperación hacia el mundo y hacia si misma, pero no tiene un blanco definido hacia quien descargar estos sentimientos negativos. Por otra parte, en forma paralela, tiene necesidad de amor, consuelo y reafirmación de su ser.



Dentro de este contexto narrativo, la guionista y directora Carine Adler nos dibuja a un personaje contradictorio, que quiere una cosa y hace otra, que ha perdido la brújula de su existencia. Adler delinea un retrato femenino vivo y lacerante dentro del caos que vive y proyecta el personaje de Iris.


Abajo de la Piel tiene fuerza porque narra con honestidad las etapas de desintegración de su personaje central. Iris recurre a todas las relaciones que tiene a mano para asirse a la vida pero sus sentimientos y acciones son contradictorios; esto hace que su búsqueda vital se convierta en un camino de autodestrucción y coqueteo con el caos.

La desintegración psicológica y conductual, la ansiedad por encontrar algo firme y satisfactorio, se expresan en la cinta por dos caminos:

1. Las relaciones que Iris entabla con otras mujeres, como su hermana, su amiga Von y, curiosamente con las mismas cenizas de su madre. Estas relaciones comienzan como dependencia disfrazada y terminan en el deterioro total, marcadas por la simulación o la agresión abierta.

Esto se ejemplifica con los préstamos / robos de dinero a su hermana, solicitudes caóticas de apoyo telefónico o verbal e histeria. No encuentra en este ámbito una respuesta emocional porque su misma inestabilidad causa rechazo en las mujeres a las que se acerca.

Sin embargo, en el terreno de la relación femenil es donde Iris puede expresarse paradojicamente con mayor libertad: enmedio de la ira y el desconcierto verbaliza en forma más clara sus conflictos. En este ángulo del personaje es donde el público entiende mejor la personalidad inestable de Iris.


2. La otra vía donde se expresa la desintegración y la ansiedad de Iris es la manifestación de su sexualidad. Esta sexualidad buscar ser libre pero esconde una búsqueda desesperada de un núcleo de estabilidad. El problema es que ninguno de los personajes masculinos intenta comprender las necesidades de Iris y casi todos enfocan las relaciones en función de su ego o su propia satisfacción.

Iris busca distintos compañeros sexuales, incluido el esposo de su hermana, como una forma de afirmación personal: pero esta acción desemboca en autodegradación: se presta a distintos tipos de juego sexual donde paulatinamente adquiere el rol de objeto. En su último intento termina vendada y recibiendo una lluvia dorada. En ese momento descubre que esta vía de promiscuidad no es más que un callejón sin salida.

En el campo sexual Iris empieza con sus propias fantasías y las vive en sueños, pero poco a poco la guionista hace que Iris vaya callando su propia voz sexual para que sus compañeros sexuales tomen el dominio de los encuentros. De la autonomía Iris pasa a la dependencia, a la búsqueda compulsiva de parejas en bares.

El único punto de "equilibrio" se da con Tom, más una voz que un personaje, pero al que Iris busca de manera insistente. La ironía es que cuando Iris hace patente de viva voz su propio deseo sexual y Tom acepta... es en una llamada telefónica digna de una hot line. Aun en este breve encuentro telefónico Iris se enfrenta a la frustración ya que Tom le cuelga por estar en una cabina de teléfono. Todos sus encuentros sexuales terminan en la insatisfacción.


Cuando ambos tipos de relación, con hombres o mujeres, se conjuntan en un mismo punto es donde Iris pierde todo el control. Ese punto narrativo es cuando Iris encuentra a su ex-novio Gary en compañía de su amiga Von y es arrojada de la casa.

La crisis la empuja a agredir al último al último ser humano que le queda cerca: su hermana Rose. Pero la relación fraterna también ha pasado por las mismas etapas de deterioro y mutua agresión. El enfrentamiento final se da por la pérdida de las cenizas de la madre, que Iris en realidad sólo esconde. Lo que está atrás es la rivalidad entre hermanas por saber quien era la preferida. Luego de este enfrentamiento el caos y la soledad se instalan en la personalidad de Iris.

Como gesto final Iris hace brotar la causa de sus problemas al entregar las cenizas de la madre a Rose. Este acto derriba las barreras entre ambas y se confiesan sus mentiras, su dolor y su rivalidad. Iris, por primera vez, articula y expresa su dolor por la muerte de su madre con la única persona que puede compartirlo.

De esta forma comienza el incierto proceso de regeneración, que se expresa en la caminata por la playa y el desprendimiento final de las cenizas de la madre. El hecho de que el personaje central cante "Alone again, naturally", de Gilbert O'Sullivan, queda como testimonio de la incipiente recuperación de Iris. Entre la inseguridad y el temor acepta su soledad como primera condición para recuperarse a si misma.

Carine Adler crea una cinta con un personaje femenino multifacético, contradictorio y rico en sombras. El objetivo de la directora de romper con los estereotipos que rigen a los personajes femeninos en el cine se logra. No sólo por mostrar la sexualidad femenina en una forma más honesta y directa, sino por relacionar en forma equilibrada los distintos ángulos que muestra su personaje central.


La forma de expresión cinematográfica que emplea Carine Adler proviene de la tradición del Free Cinema inglés. Usa con énfasis la cámara en mano, el encuadre no preparado y la cámara lenta para remarcar el caos interno y externo en el que vive Iris, En una visión superficial parece que los movimientos de cámara son descuidados pero pronto se advierte que es la forma estética que escogió Adler para trazar la existencia de su personaje.

Abajo de la Piel es un excelente retrato de un personaje femenino enmarcado en condiciones concretas y específicas. Su aporte esencial está en el dibujo complejo de Iris, en la sexualidad abierta y contradictoria y en la descripción honesta de su emocionalidad.

ABAJO DE LA PIEL. 1997. Gran Bretaña. Producción: British Film Institute, Channel Four, Strange Dog Production, Rouge Films, Merseyside Film, Kate Ogborn. Dirección: Carine Adler. Guión: Carine Adler. Fotografía en color: Barry Ackroyd. Música: Ilona Sekacz. Edición: Ewa J. Lind. Intérpretes: Samantha Morton (Iris), Claire Rushbrook (Rose), Rita Tushingham (madre), Christine Tremarco (Von), Stuart Townsend (Tom), Matthew Delamere (Gary), Mark Womack (Frank). Duración: 83 minutos. Distribución: Cineteca Nacional.